jueves, 10 de octubre de 2013

El 31 de octubre


Día dedicado a los niños, chiquitos o angelitos. Muy temprano se barre la casa y el patio, al medio día los familiares de los niños, hacen un caminito con pétalos de flores de cempoalxochitl, olorosas y de llamativos colores, desde la calle hasta donde está el arco, para guiar a las almas de los angelitos y no se pierdan. Se prenden las veladoras y las velas chicas y a las 12 del día, con el repique de las campanas de la iglesia y el jubilo del tronerio de los cohetes y cohetones, se hace la primera ofrenda dedicada a los niños. Las almas de los angelitos llegan al arco a disfrutar de la ofrenda que se ha preparado especialmente para ellos, que consiste en comida blanca o sea sin picante como: sopa, arroz, caldo de pollo, tamales de dulce, ajonjolí con caxtilan y chayote, chocolate casero, pan de muerto, frutas de temporada, dulces, galletas y golosinas. En algunos lugares les ofrendan juguetes, ropita y zapatitos. El humo y el olor del copal, sale de los copaleros, para purificar las almas.

Una vez hecha la ofrenda, se acompaña a comer a las almas de los angelitos, se convive y se platica con ellos y se comparte con los amigos, familiares y visitantes. Con los vecinos, se intercambian las ofrendas. En la noche se apagan las velas chicas con dos flores de cempoalxochitl, únicamente quedan prendidas las veladoras, para que las almas de los angelitos no queden en la oscuridad. 

Se vuelve a ofrendar a las almas de los angelitos, igualmente la ofrenda se comparte con los familiares, amigos y vecinos. 

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